Es común escuchar a tiradores miembros de cuerpos policiales expresiones del tipo: "Yo es que soy de tiro instintivo, que es lo que me va a salvar la vida". Como si las habilidades individuales en el tiro se circunscribieran a una sola posibilidad. O "eres" de tiro instintivo, o si no tienes que ser del "otro" (entiendo que del apuntado)solamente.
Resulta evidente que lo que se ha de buscar en tiro defensivo es eficacia. La eficacia, vértice fundamental de los programas de formación que desarrollamos, es sencillamente impactar donde queremos a la mayor velocidad en que uno sea capaz de hacerlo. Siendo cada persona diferente, y con un entrenamiento diferente, resulta evidente que los tiempos serán diferentes. En cualquier caso lo que no resulta aceptable es fallar el tiro. Por dos motivos. El primero es que como dice Heidi Smith, esposa del afamado instructor de tiro norteamericano Clint Smith, "adjunto a cada bala perdida va un abogado". Tenemos que ser seguros y RESPONSABLES de nuestros disparos. Pero además desde un punto de vista operativo. Un disparo fallado son segundos de más que le doy a mi agresor.
Gran parte de la culpa la tiene el entrenamiento policial que se viene haciendo en estos dias. Las siluetas que se utilizan son enormes, y además no tienen zonas no impactables. Es decir, disparo lo más rápido que pueda, por que en el caso de que falle el disparo se pierde al final de la galería sin más consecuencias que los puntos que no sumo. En el momento en que las siluetas se reduzcan de tamaño y se rodeen de blancos que simulen viandantes; la señora con el carrito que tapa la mitad, el delincuente protegido detrás de un coche, etc... veremos que pasa con ese tiro instintivo tan rápido que hacen algunos. Un tiro que como he dicho antes tambien es necesario y se debe entrenar con habitualidad.
En nuestros cursos ilustramos este extremo con uno de los tiroteos que tuvo el pistolero Jack Johnson, más conocido como Turkey Creek. Este personaje, real, que vivió en la segunda mitad del siglo XIX en los Estados Unidos fue, según el escritor y biógrafo John H. Flood, miembro del grupo de Wyatt Earp en Tombstone con quien participó en varios tiroteos. Segun el manuscrito de Flood de 1926, Johnson murió de tuberculosis en Salt Lake City (Utah) en 1887.
Pues según los escritos que relatan su vida este hombre tuvo un altercado en un bar con dos individuos. Al objeto de saldar el asunto los retó a los dos a un duelo. ¡ A los dos a la vez! los citó en la valla del cementerio. La gente del bar estaba boquiabierta con la reacción de este hombre, así que todos: Johnson, los dos sujetos y el resto del bar se desplazó hasta el punto convenido. Allí se colocaron uno enfrente de los otros. A 50 metros de distancia. Y entonces cuando dieron la voz de inicio los dos individuos extrajeron sus revólveres y empezaron a disparar a toda velocidad. Johnson extrajo su revolver y con el brazo extendido hacia abajo, con el cañón mirando al suelo comenzó a andar hacia ellos. Cuando llegó a 35 metros se paró extendió su brazo y realizó un disparo. En el centro del pecho. Uno de los dos cayó fulminado. Bajó el brazo y siguió andando.
El que quedaba de pie estaba fuera de si y preso del stress desenfundó su otro revolver y disparo aún más rápido que antes. Las balas daban en el suelo, en la valla, en todas partes menos en Jack. Cuando Johnson llegó a 25 metros se paró levantó el brazo y disparó una vez. En el centro del pecho. El otro cayó fulminado.
La gente estaba ojiplática, alucinada. Entonces uno de los lugareños se acercó a él y le preguntó: " Enhorabuena, ¿ cómo lo ha hecho ha sido fantástico?" A lo que Jack Johnson le contestó: "La diferencia entre ellos y yo es que ellos no se han dado cuenta de que estabamos a 50 metros".
Esto nos lleva a pensar dos cosas. La primera es que vaya sangre fría y que dos pelotas tenía este tio; porque a veces las cosas pueden salir mal. Y la segunda es que esta anecdota demuestra que la preparación táctica, el uso de las miras y una correcta presión del disparador es mucho más productivo que tirar del disparador como un enajenado.
Espero que esto os sirva para iniciar un debate en vuestro fuero interno. Que cada uno invierta en pensar sobre esto el tiempo que crea conveniente.
Un saludo.
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